domingo, 1 de mayo de 2011

Bajando los humos

1 de Mayo de 2011. Además de por la celebración del día del trabajo, la fecha de hoy es de gran importancia por otros motivo, que va a afectar a gran parte de la sociedad china. Y es que resulta que a partir de este momento, según una nueva ley redactada por el Ministerio de Salud Pública, estará terminantemente prohibido fumar en lugares públicos cerrados, tales como restaurantes, hoteles, estaciones de trenes, etc. Una medida que va a agradecer más de un fumador pasivo (servidor el primero) aunque, visto el caso que suele hacer aquí la gente de las normas, dudo que la medida llegue a cumplirse a rajatabla.



Y es que me parece casi utópico el poder encontrar un lugar cerrado libre de humos en este país. En lo que llevo de estancia aquí, todavía no he podido dar con un sitio en el que los fumadores respeten las señales de prohibición. Da igual si es un aeropuerto o el interior de un tren o autobús, a la gente se la suda totalmente que a alguien le pueda molestar el humo. Hay peña que, en lugar de tirar el cigarro antes de entrar a un banco, un centro comercial o donde sea, se lo encienden justo antes de pasar por la puerta. He llegado a ver camareros llevando la comida con el cigarrillo en la boca (con posibles cenizas cayendo en los platos), jugadores de ping-pong dando unas caladitas entre set y set dentro de un gimnasio, e incluso me llegan historias de médicos y enfermeros fumando en los pasillos de los hospitales.



El hábito de fumar es algo muy arraigado en la población china, especialmente desde que el partido comunista (cuyos líderes siempre han sido grandes fumadores) se hizo con el poder absoluto. No hay mitin político ni reunión de negocios que se precie, en la que no se intercambien cigarrillos como muestra de confianza y cordialidad. Según las estadísticas, se contabilizan hasta 300 millones de fumadores activos y alrededor de 700 millones de pasivos.



Más que aplicando castigos, se debería sensibilizar más a la sociedad china en cuanto a lo que el civismo en si significa. Me da la sensación de que cada uno va a su bola, sin pensar en los efectos de su conducta en otros ciudadanos. Lo que ocurre con el tabaco se puede extrapolar a las normas de tráfico, las colas, el respeto por el medio ambiente, etc. Así mismo, se podría estimular a la gente a expresar sus derechos, diciendo lo que le molesta. Y es que me cansa eso de tener que ser siempre el único que se queja cuando alguien fuma, en un vagón repleto de gente, en el que nadie dice ni pio. Parece como si les diera vergüenza o miedo expresar su desagrado. O eso, o es que sencillamente les da igual.

Vence al enemigo sin manchar la espada

1 comentario:

  1. Como cuesta que se cumplan las leyes y aún más que se respeten los derechos de los fumadores pasivos; se requiere más que conciencia acerca del problema. Al menos que exista una ley al respecto ya es un logro.
    Salud y trabajo para ti!!!

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