sábado, 5 de noviembre de 2011

Los amigos de mis amigos son mis amigos

Igual de importante que mantener las apariencias y cuidar la imagen que damos a los demás (el mianzi), En China también es esencial construir y afianzar una red de relaciones personales que nos ayuden en diferentes aspectos de nuestra vida. Es lo que se conoce como guanxi (relación), palabra compuesta por los caracteres 关 (guan), traducido entre otras cosas como “paso de montaña”, y 系 (xi), que significa “conexión”. Se puede definir este concepto como el grado de relación que una persona tiene con otra en términos de confianza mutua y reciprocidad. A más guanxi tengamos con alguien, más conexión, y más favores y ayudas podemos recibir de esa persona. La telaraña del guanxi puede extenderse desde los meros lazos familiares hasta terceras personas que ni siquiera conocemos, y que el día menos pensado nos sacan las castañas del fuego por estar conectado a unos de nuestros contactos.


Hay que tener amigos hasta en el infierno

Seguramente estaréis pensando que el tener una buena red social es importante en cualquier cultura, pero para nosotros los occidentales el éxito en la vida depende en última instancia de nuestras habilidades personales (aunque un buen “enchufe” siempre ayuda). Aquí en China, el que tengas este o aquel amigo, o tu familia esté dentro de una red social determinada es lo primero, y después tu talento. Por ejemplo, cualquier estudiante con un buen guanxi podrá pasar todos los exámenes que le de la gana, por muy mediocre que sea. Si el profesor de turno le ayuda, sabe que en el futuro será incluido en ese engranaje de conexiones y será recompensado de alguna manera. Por el contrario, si fastidias a alguien, ten claro que toda tu red social se verá envuelta y sufrirá las represalias, algo que te echarán en cara con la consiguiente pérdida.

El guanxi también entra en juego incluso a la hora de buscar pareja. No es raro que los matrimonios sean arreglados entre las familias de los novios en función de la red de contactos que tenga la otra parte, y que tipo de favores se puedan recibir en el futuro. Si, es triste pero es así.


¡Qué viva el amor!

Desde que estoy aquí vengo oyendo cosas como “Aquí sin guanxi no eres nada”, “Necesitas guanxi para esto o para lo otro”, etc. Yo paso un poco de todo este tema, no me va eso de las relaciones de conveniencia, pero a pesar de ello no pude evitar hacerme mi tarjeta de visita e irla repartiendo allá por donde iba, por si las moscas. Los chinos lo hacen a diario. Basta que entables conversación con alguien en un tren, un bar o donde sea, y a los dos minutos ya te está dando sus datos de contacto. Nunca sabes quien te puede ayudar el día de mañana, siempre es bueno tener en cuenta a todas las personas que vas encontrando en tu camino en China. Aquí eso del “Hoy por ti, mañana por mi” se aplica al pie de la letra, la gente suele recordar los favores, por muy pequeños que sean, y devolverlos de forma recíproca. Esa es la parte buena del guanxi en esta cultura.



A priori quizás parezca que aquí, si algún local busca tu amistad es porque espera algo de ti (en mi caso, raro es el día que algún estudiante no me ofrezca alguna ayuda a cambio de poder practicar su español). En general, suele funcionar así, aunque también tengo que decir que conozco a algunas excepciones, a gente que ayuda de forma desinteresada, sin esperar nada a cambio, y que simplemente quiere ser amigo tuyo por tu manera de ser y porque se lo pasa bien estando contigo. Estas son, en mi opinión, las principales relaciones que hay que cultivar y esforzarse por mantenerlas, porque ellas no desaparecerán si algún día pierdes tu guanxi.


“Cuando bebas agua, recuerda la fuente”.

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