domingo, 1 de abril de 2012

A repartir hostias

Como ya comenté por estas fechas hace ya poco más de un año, poco o ningún caso se le hace a la Semana Santa en China, país con una población mayoritariamente atea y sin apenas pizca de espiritualidad. Aunque, lejos de lo que se puede llegar a pensar, tener un régimen comunista no significa que la gente no pueda profesar la religión que le venga en gana. Pero, eso si, dentro de unos límites y controles por parte de las autoridades, no vaya a ser que se soliviante el rebaño. En el caso de los católicos chinos, hay un órgano gubernamental llamado Asociación Patriótica Católica China, que regula los ritos y festejos de sus feligreses, y elige sus representantes, independientemente del Vaticano y el Papa, con los cuales existe una relación bastante tirante.



Los católicos en China pues, pueden ejercer sin problemas sus celebraciones, siempre y cuando se realicen dentro de los lugares de culto establecidos para las mismas. Así, se llevan a cabo misas, bautizos, comuniones, etc., pero siempre anteponiendo el amor a la patria a la fe en Dios. Pero detrás de esta fachada de orden y armonía, existen grupúsculos de creyentes que rinden pleitesía al Papa y se reúnen en clandestinidad, la llamada iglesia “subterránea”. Éstos suelen ser víctimas de duras persecuciones y muchos de sus miembros acaban en la cárcel. No es de extrañar que durante estos días aparezca alguna noticia en los medios criticando la represión del gobierno hacia esta facción religiosa.



Ya se trate de forma oficial o clandestina, lo que es evidente es que el número de chinos que han decidido abrazar la fe católica ha aumentado de manera espectacular en los últimos años, lo que empieza a mosquear al gobierno. Por una parte, la permisividad de cara a la libertad religiosa es mucho mayor que hace unos años, lo que contribuye a que cada vez más personas salgan de su escondite y manifiesten a las claras su religión. Por otra parte, de un tiempo a esta parte, la sociedad china asiste a una irrefrenable crisis de valores, lo que lleva a mucha gente insatisfecha a acudir a la religión en busca de un nuevo sentido a sus vidas.



Sin procesiones ni pasos, pero con iglesias abiertas donde poder reunirse, los católicos chinos celebrarán estos días su semana más importante en lo que a fe y devoción se refiere. Otros como yo, simplemente disfrutaremos de unas pequeñas vacaciones con motivo del festival de los muertos, el Qing Ming, que tendrá lugar el próximo miércoles, que también coincide con la llegada de la primavera y el buen tiempo. Al ritmo que vamos, en unos días estamos ya todos en manga corta. ¡Feliz Semana Santa/ Qing Ming a todos!

Un poco de léxico:

Semana Santa:神圣周 (shénshèng zhōu)
Cristo: 基督 (jīdū)
Virgen María: 圣母 (shèngmǔ)
católico: 天主教徒 (tiānzhǔ jiàotú)
iglesia: 教堂 (jiàotáng)
misa: 弥撒 (mísa), pronunciada igual que en castellano.
hostia (de las de comulgar): 圣体 (shèngtǐ), literalmente “cuerpo de Dios”.


“El espíritu camina más que el corazón pero no va tan lejos.”

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